Hay dos formas básicas de doblar o curvar tubos. Una consiste en el empleo de una matriz fija, generalmente un disco con forma de polea y cuyo radio define el radio de la curva. El radio de la ranura de media caña en el canto del disco equivale al radio de la sección del tubo. El tubo es colocado en la ranura en el punto deseado de la curva y otra herramienta con igual ranura en media caña aprisiona a este en el hueco formado entre matriz y contraherramienta. Ahora esta contraherramienta es deslizada sobre el canto de la matriz forzando el tubo a curvarse manteniendo intacta la sección. Este sistema se usa en equipos manuales para curvar tubos de pequeño diámetro y de materiales dúctiles como cobre recocido, aluminio y también acero, o accionados por motor eléctrico o cilindro hidráulico.
Curvadora de tubos en uso
La curvadora de tubos es un equipo relativamente sencillo pero limitado por el radio de curva limitado por el de la matriz y el de la sección por la media caña. El otro sistema, más versátil, de mayor producción pero más complejo, es el mismo que se emplea en la curvadora de perfiles. Tres rodillos están dispuestos en forma triangular en un plano y sus respectivos ejes en perpendicular a éste. Los dos rodillos que forman la base del triángulo alojan al tubo y el rodillo central empuja sobre éste definiéndose la curva según se desplaza el rodillo y la distancia entre los dos de la base. Los rodillos, igual a la máquina descrita arriba, están ranurados en forma de media caña para evitar deformaciones, y de giro accionado por motor para formar curvas continuas o helicoidales. Los rodillos son intercambiables para adaptarlos a distintos diámetros de los tubos a procesar. El plano en el que están ubicados puede ser horizontal o vertical. Prácticamente todas las dobladoras de perfiles mediante este sistema, empleando los rodillos correspondientes, son a la vez curvadoras de tubos. Este sistema existe también con accionamiento manual.