En muchas ocasiones en procesos industriales de fabricación o de manipulación de materiales debemos realizar operaciones sin entrar en contacto directo con estos materiales, sea por su peso u otra propiedad, como puede ser calor o peligrosidad química. En estas ocasiones nos servimos del manipulador industrial, un mecanismo que sustituye nuestros brazos y manos. De hecho, muchos de ellos simulan los movimientos de nuestras extremidades. Al contrario a las grúas, los movimientos de manipulación y posicionamiento son rígidas y pueden efectuarse en prácticamente todas las direcciones por no depender de un cable suspendido.
- Manipulación de materiales sin contacto directo
- De control manual o automatizados
- Simulación de brazos humanos
Calidad Gran oferta Personalizado
La fuerza de elevación y manipulación depende de la estructura y de los mecanismos de accionamiento del equipo y es totalmente independiente de la del operario. La estructura del manipulador está constituida por brazos articulados que permiten movimientos de rotación, flexión y telescópicos, según su diseño. Su accionamiento se efectúa mediante motores eléctricos o cilindros hidráulicos o neumáticos. El control del manipulador puede ser totalmente manual mediante mandos eléctricos, hidráulicos o neumáticos, tanto de funcionamiento todo-nada como proporcional, o automatizado mediante control numérico.
De hecho, lo que llamamos a menudo 'robot' en una línea de producción automatizada es en realidad el manipulador, elemento perteneciente al conjunto 'robot'. Los elementos destinados a la sujeción y manipulación del material pueden tener forma de pinzas o garras, simulando una mano, o de palas, uñas o ventosas, dependiendo del uso al que se destine.
Los manipuladores pueden ser equipos autónomos e independientes, de montaje fijo o sobre ruedas, incluso sobre vehículos, o formar parte de otros equipos como accesorio. Un ejemplo de un manipulador usado como accesorio en otro equipo es el cambiador automático de herramientas en centros de mecanizado.