El corazón de la línea de perfilado es la perfiladora. Esta máquina para el procesado de chapa consiste en una bancada más o menos larga en la que están dispuestos de forma transversal una serie de juegos de rodillos encargados de darle forma a la chapa, que es alimentada a la máquina de manera continua desde una bobina. Cada juego, llamado estación, consiste en una pareja de rodillos dispuestos uno encima del otro y cuya separación define la forma del perfil a elaborar. En cada una de las estaciones sucesivas la chapa es conformada un poco más hasta obtener el perfil deseado a la salida.
Adicionales estaciones de rodillos verticales colaboran en la perfección del perfil, ante todo en conjunto con las estaciones finales. El giro de los rodillos es accionado, lo que le confiere a la chapa el movimiento de avance. Equipos auxiliares completan la línea de perfilado. Éstos son: devanadora para la bobina de chapa, aplanadora, eventual punzonadora antes o después de la perfiladora, enderezadora y cortadora para cortar el producto final al largo requerido o comercial. Equipos de recogida y apilado completan la línea. Todo el proceso se desarrolla en frío, es decir, a temperatura ambiente.
La chapa a procesar puede ser desde décimas hasta 4 o más mm de espesor, y de pocos mm hasta más de un m de ancho. Dependiendo del material y la complejidad del perfil la velocidad de producción puede ser de hasta más de 160 m/min.