Las primeras siembras planificadas se registran en Egipto, India, China y zonas aisladas de África y América, alrededor del 7000 a.C. Se producían trigo, cebada y algunas legumbres. Desde entonces se fueron desarrollando técnicas de riego, cultivo a gran escala y el monocultivo. La mano de obra se fue especializando.
- Producción, elaboración, transformación, conservación y envasado
- Bienes para el consumo humano y animal
- Aumento de la producción
En la edad media, en Europa, aparecen nuevas tecnologías relacionadas con un mayor dinamismo del modo de producción feudal. Durante el siglo XI aparecieron los arados con rueda y vertedera, molinos, trillos, guadañas y el caballo como animal de tiro. Se comenzaron a implementar la rotación de cultivos y el abonado. La agricultura fue aportando recursos económicos considerables. Su expansión redujo la superficie silvestre.
Junto con la integración de la economía a nivel mundial, se presentó el intercambio de cultivos de diferentes zonas geográficas y climas. Se fueron suprimiendo los derechos feudales para fines del siglo XVIII. La población agraria reduciendo e incrementando la industrial.
A finales del siglo XIX comenzaron a utilizarse nuevas tecnologías como agroquímicos (fosfato y el nitrato) o el mecanizado. Existían variantes entre los países más desarrollados que otros. El uso de plaguicidas y el aumento de la frecuencia del abonado se intensificó a finales del siglo XX.
En la actualidad hay disponible gran variedad de maquinaria agrícola (cosechadora, tractor, motocultor, abonadora, empacadora, arado, rastra), fertilizantes y conservantes. Hoy comienza a utilizarse la manipulación genética para aumentar la productividad, aunque muchos investigadores independientes (no influenciados por las empresas multinacionales agroquímicas) demostraron variados efectos contraproducentes en la salud humana.