El chasís del montacarga eléctrico sujeta los componentes mecánicos como el motor. Debe estar diseñado para soportar las cargas y conservar la estabilidad con o sin ésta. Puede contar con un sistema de suspensión hidráulico. Las ruedas son sólidas o neumáticas. Las traseras pueden poseer dirección, lo que facilita el desplazamiento y las maniobras. El sistema de señalización lumínico (delantero, trasero y lateral) es necesario para las tareas de maniobra. Los controles a los que accede un operario son el volante, palancas, encendido y freno.
Carretilla eléctrica en uso
El motor eléctrico y la batería son los elementos que destacan en este tipo de carretilla. El motor eléctrico transforma la energía eléctrica almacenada en la batería en energía mecánica rotatoria. Vienen de corriente alterna o corriente continua.
La batería tiene una vida útil relativamente baja, que ronda los cinco años. La carretilla elevadora eléctrica cuenta con menos piezas móviles involucradas en el accionar de un equipo, además no produce emisiones tóxicas, lo que habilita el uso en ambientes cerrados. Por lo general estas máquinas industriales no son adecuadas para uso exterior o en lugares con demasiada humedad.
Las carretillas con elevadores de accionamiento hidráulico, requieren de un contrapeso para mantener la estabilidad del vehículo en el momento de la carga. Este contrapeso es solo uno entre muchos accesorios que se pueden encontrar hoy en el mercado. Los accesorios para carretillas elevadoras facilitan la manipulación de cargas y ofrecen más seguridad y comodidad al obrero.
