El equipo más simple para efectuar el desbaste o pulido deslizante es un tambor cerrado. En él se introducen las piezas a pulir, cuerpos abrasivos y agua, y se deja rotar el tambor sobre dos rodillos paralelos accionados por motor el tiempo preciso hasta conseguir el efecto o acabado deseado, parecido a una hormigonera. Este sistema se llama pulido por deslizamiento, o vibracion, en tambor.
Otro sistema es el pulido por deslizamiento centrífugo, el cual a la vez se divide en el denominado "planetario" y en el "de plato".
El tipo de máquinas de pulido del primer grupo consiste en un rotor en cuya circunferencia están colocados tambores verticales que giran en sentido contrario al rotor y contienen la mezcla de piezas, abrasivos y compound. Por otro lado, el equipo del segundo consiste en un recipiente fijo en forma de olla con un fondo giratorio con "costillas" o nervios radiales algo elevadas. Estas "costillas" arrastran la mezcla en su movimiento giratorio, la fuerza centrífuga la empuja contra la pared del recipiente que la frena y esta cae de nuevo al interior. Esta máquina de pulido con sus dos variantes es bastante más eficaz que la del simple tambor.
Entre las máquinas de pulido por vibración el contenedor es sometido a un movimiento vibratorio u oscilante, lo que permite el procesado de piezas grandes. Hay varios sistemas más, pero podemos mencionar el de pulido/desbaste por inmersión. En el equipo dispuesto a tal fin la pieza a tratar esta fija y sumergida en el medio abrasivo en movimiento. El medio abrasivo consiste en polvos o granos abrasivos aglomerados con resinas o cerámicas y en forma de figuras geométricas (chips). Del tamaño de las piezas a tratar, su material, su forma y del acabado deseado depende la composición, tamaño y granulometría del medio abrasivo. Como líquido se usa generalmente agua con un detergente u otros, como aceite para este fin. Existe en el mercado una máquina de pulido por vibración para cada aplicación, tamaño y volumen de producción.